miércoles, 11 de marzo de 2009

¡ Ay Don Marcial!


Mi perra no caza una mierda. No lo ha hecho nunca, ni probablemente lo hará porque ha tenido la suerte de caer en el Primer Mundo y aquí todos los seres humanos y humanas por la ausencia de necesidad, tienen adormecidos sus instintos básicos. A lo sumo –ya lo he dicho otras veces que es una snob- en el caso hipotético de dar alcance a algún conejo o liebre le preguntaría sobre las condiciones de su ecosistema y si es sostenible y se quedaría tan ancha.

No obstante, como todo lo que le huela a lances cinegéticos, que tan de moda se han puesto, le suscita gran interés, ha arrugado un tanto el morro con las declaraciones del diputado regional y presidente del PP de Albacete, Marcial Marín, en las que aseguraba que “su partido no consentirá que Castilla-La Mancha sea conocida como una región que «caza inmigrantes”.

Ayla –que es muy creativa y tolera poco la imitación por su cercanía con los monos- está de vuelta de los mensajes repicados y al igual que le gruñó el otro día a don Marcos Molina por una tontá repetida, hoy le pintan bastos a Don Marcial, por ejercer de vocero del portavoz del PP de Inmigración en el Congreso, a la sazón llamado Rafael Hernando.

A esta perra le da en el hocico que la estructura profunda de la denuncia de Don Marcial requiere un análisis más minucioso que el de un simple titular de prensa y como es una melindres, me propone observaciones a mi juicio del todo exageradas.

Don Marcial con su denuncia de la caza de inmigrantes, sobrepasa la crítica política al Gobierno de turno –presume enfática- porque por extensión ofende a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, relegándolos al papel de ojeadores en la finca universal de Los Santos Inocentes, en lugar de los funcionarios que son al servicio de la seguridad ciudadana en nuestro territorio nacional. – Ahí es ná- Pero es que además donde hay cazador hay presa, y aquí –se relame de gusto la tía- le traciona el subsconsciente equiparando a los inmigrantes con las piezas a batir.

Yo, que creo que no hay que ser tan gazmoño con lo del lenguaje políticamente correcto, no tengo más remedio que asentir a sus consideraciones porque intentando censurar lo que no dejan de ser criterios objetivos de eficacia policial, ofende desde proa a popa y mala suerte para quien se halle en el palo mayor.

Con lo elegante y ajustado a la oratoria parlamentaria que resulta preguntar si es cierto que se han establecido en las Comisarías y con qué criterio cupos de detenciones para inmigrantes en situación ilegal ¿a que viene mentar los lances cinegéticos que ya en la ofensa se le ve el plumero al supuesto ofendido?

La Ayla por no querer pasarse tres pueblos, argumenta que a lo mojó la razón última de esta suerte, es que los del PP están muy subidos con los resultados de la última montería y ahora todo son, cada uno desde los puestos caídos en suerte, cartuchazos y perdigonás.

Se olvidan estos nuevos defensores –hoy conversos rededentores de los inmigrantes- que hasta hace tres días eran ellos los que clamaban al cielo en este coto del efecto llamada, de las regularizaciones masivas y de los demagógicos papeles para todos, por no mencionar alguna anécdota vergonzante como la sedación de inmigrantes en su vuelo de expulsión a Mali.

Dice Don Marcial que su Partido no piensa tolerar esta caza de inmigrantes en Castilla-La Mancha y mi perra -que sigue vigilante el devenir de este artículo- me apunta que le sugiera una primera pista para esta labor: “Don Marcial cambie de lenguaje aunque le dicten guión”.

1 comentario:

  1. Don Miguel Ángel, aquí el cachondeo es que han errado el tiro... casi todos. Es decir, el papel "filtrado" a El Mundo habla de un "déficit" en Albacete de 300 y pico inmigrantes. Por eso es que don Marcial no puede elevar más el tono y reclamar que rueden cabezas de casa, y por eso habla del buen nombre manchado de la tierra. Ahora, que deberían estarse calladitos. Yo ya tocaba los temas de la inmigración allá por los noventas, y luego en los dosmiles seguí, y tengo entendido que los cupos de ahora son de la familia de los Cupos-de-Toda-la-Vida, vamos, que siempre los ha habido, siempre los "hubió" y siempre los "hubirá". Que no mandan los gobiernos, sino las grandes corporaciones. No se nos olvide.

    ResponderEliminar